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Casete ORWO de 60 minutos

Casete ORWO de 60 minutos. 1980s. Colección Cuba Material.

 

A inicios de 2021 murió Lou Ottens, inventor del casete de audio en 1963 con el apoyo de la compañía Phillips. En 1974, Maxell comenzó a fabricar casetes con cinta virgen, donde el consumidor podía grabar el audio que quisiera. Cuánto tardó el invento de Ottens en llegar a Cuba y por qué vía lo hizo son preguntas que valdría la pena responder. Los trabajos periodísticos sobre el tema no lo consignan. Los que más se aventuran lo ubican a mediados de los años setenta, cuando «La Habana comenzó a llenar sus calles de música escapadas de las primeras grabadoras que los marinos llegados de largas campañas pesqueras exhibían como trofeos». Ya en los años ochenta las tiendas cubanas vendían casetes ORWO, fabricados en la República Democrática Alemana y de muy mala reputación en cuanto a calidad.

Los casetes facilitaron la circulación de música que no transmitían la radio o la televisión, ya fuera por reparos ideológicos o políticos, como en el caso del rock, o porque no había sido grabada aún, como muchas de las canciones primeras de Silvio Rodríguez. Toda Cuba conocía de memoria los chistes de Álvarez Guedes a fuerza de escucharlos en casetes. Mis amigos y yo repetíamos al dedillo canciones de Silvio que nunca había sido escuchadas en un estudio de grabación.

Muchas personas grababan música directamente de la radio. El periodista Raúl Flores Iriarte cuenta en AM:PM que sus padres «solían llenar el espacio de sus casetes (30 minutos por cada cara; nunca vi un ORWO de 90 minutos) con grabaciones tomadas directamente de las ondas de radioemisoras cubanas». Familias divididas ya fuera a causa de la emigración o del internacionalismo proletario intercambiaban mensajes grabados en casetes.

Tengo la impresión de que, a medida que se fue popularizando la tecnología y compartimentalizando el gusto musical, lo que comenzó siendo propiedad familiar —hubo un momento en que los casetes, como los discos de vinilo, pertenecieron a la familia— se transformó en algo más personal, incluso íntimo. Había quienes, de hecho, tenían casetes sin tener reproductora donde escucharlos, y cuando querían disfrutar de su música se reunían en casa de algún amigo que tuviera una reproductora.

Ahora bien, los casetes no carecían de inconvenientes. Un equipo de reproducción con los cabezales sucios distorsionaba el sonido. Con frecuencia, las cintas se enredaban o partían y había que desenredarlas con ayuda de un bolígrafo o lápiz, o empatarlas pegándolas con goma, pintura de uñas o scotch tape. Como no existían comandos que permitieran deshacer lo que se grababa, a veces ocurrían accidentes lamentables. Una vez que fui a grabar en la doble casetera de una amiga la canción «Lady in Red», coloqué mal los casetes y terminé borrando la canción en lugar de copiarla.

No sé si era porque, ya retirado, mi abuelo tenía mucho tiempo libre, porque escaseaba el entretenimiento, porque los casetes le parecían muy feos o porque le sobraba creatividad, pero las cajas de sus casetes estaban siempre «decoradas». En un fichero de metal en su antigua consulta, donde solía sentarse a escuchar música, casi siempre a oscuras para ahorrar electricidad, mi abuelo tenía catalogado cada casete que poseía y la música que había grabado en ellos. Identificaba las cajas con números que recortaba de almanaques viejos. Adentro de cada una escribía, a máquina, el nombre de los temas y los artistas, y adornaba la parte de afuera con una fotografía a color que también recortaba de almanaques o de revistas. Con la llegada del CD, los casetes fueron desapareciendo, pero mi abuelo nunca se deshizo de los suyos, ni de los números y láminas con que los adornaba.

Caja de casete ORWO de 90 minutos

Caja de casete ORWO de 90 minutos. Colección Cuba Material.

Caja de casete ORWO de 90 minutos

Caja de casete ORWO de 90 minutos. Colección Cuba Material.

Caja de casete ORWO de 60 minutos

Caja de casete ORWO de 60 minutos. Colección Cuba Material.

Casete ORWO de 60 minutos

Casete ORWO de 60 minutos. 1980s. Colección Cuba Material.

Casete ORWO de 60 minutos

Casete ORWO de 60 minutos. 1980s. Colección Cuba Material.

Casete ORWO de 90 minutos

Casete ORWO de 90 minutos. 1980s. Colección Cuba Material.

Disco «Intercosmos» (carátula). 1980. EGREM. Regalo de Sergio Valdés García. Colección Cuba Material.

El 18 de septiembre de 1980, despegó del cosmódromo de Baikonur, en la entonces Unión Soviética, hoy Kazajistán, el cohete Soyuz 38. Se dirigía al complejo orbital Saliut 6 y llevaba a bordo al teniente coronel, piloto de la fuerza aérea cubana Arnaldo Tamayo Méndez y al astronauta soviético Yuri Romanenko, capitán de la nave. Ayer, 7 de junio de 2018, despegó de ese mismo cosmódromo el cohete Soyuz MS-09. Lleva a bordo a los miembros de la expedición número 56-57: la astronauta de la NASA Serena Auñón-Chancellor; Alexander Gerst, astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), y Sergey Prokopyev, del programa Roscosmos. Se dirigen a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), a donde llegarán mañana viernes.

La estadounidense Auñón-Chancellor es de origen cubano. Su padre, nacido en Cuba, emigró a Estados Unidos en 1960, lo que convierte a esta cubanoamericana en el segundo astronauta de origen cubano en viajar al espacio. El programa «Levántate Cuba», de Televisión Martí, la entrevistó a inicios de esta semana, poco antes del despegue de la Soyuz MS-09. En la entrevista, concedida en inglés y doblada al español, Auñón-Chancellor explica, respondiendo a una pregunta de la presentadora Maite Luna sobre cuál era su comida favorita, que «mi familia me ha preparado platos cubanos como los que comemos en las fiestas». Eso, al menos, es lo que se escucha en off en español, seguido de una breve pausa en donde escuchamos a la astronauta decir, en inglés, «including frijoles negros», que la voz en off en español traduce como «así que llevo frijoles negros». La noticia, publicada en la página web de Martí Noticias, traduce:

«Mi familia me ha preparado platos cubanos (…) llevo frijoles negros», dijo riendo.

Es muy probable que Auñón-Chancellor no lleve frijoles negros al espacio y que, en realidad, solo se estuviera refiriendo a los platos cubanos que suele comer con su familia, que es justamente lo que Maité Luna le había preguntado. Sin embargo, la noticia de que una astronauta cubanoamericana llevaría frijoles negros al espacio, que puede leerse solamente en las páginas de Televisión Martí y Martí Noticias, ha sido aplaudida por los cubanos en las redes sociales.

También, casi cuatro décadas atrás, el disco “Intercosmos” producido por los Estudios de Grabaciones EGREM con dirección y producción musical de Vicente Rojas Salermo y Reynaldo Fernández Pavón, instrumentales de Vicente Rojas (“Hermanos en la hazaña”, tema del documental homónimo) y Juan Pablo Torres (“Andromedason”) –este último interpretado por el Grupo Algo Nuevo– y canciones de Silvio Rodríguez (“En el jardín de la noche”), Juan Formell para Los Van Van (“Vuela la amistad”), Oscar Domenech para el Cuarteto Yo, Tú, Él y Ella (“Brilla mucho más”) y Las D’Aida (“En el espacio sideral”), José López López para Los Latinos (“Camino al porvenir”), Osvaldo Rodríguez para los 5 u 4 (“El hombre que anda”) y Aldo Baqueros para Los hermanos Bravo (“Un saludo desde el cosmos”) llevó, aunque solo figurativamente, algunos elementos de la gastronomía cubana al espacio.

Este disco de carátula de doble tapa que presenta el vuelo de la Soyuz 38 como un “nuevo triunfo de las ideas del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario” incluye las siguientes letras:

“En el jardín de la noche”

Por Silvio Rodríguez

En el jardín de la noche hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no sé, que no sé.

Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar con el pie.

Pero yo, quiero ser de noche el dueño
de los ojos, de la altura,
y he de fundir la montura para galopar mi sueño.

Volaré, tengo que domar el fuego
para cabalgar seguro en la bestia de futuro
que me lleve a donde quiero.

En el jardín de la noche hay una rosa, luminosa,
que me mira fijamente a los ojos,
parpadea y me quiere decir cosas,
tantas cosas que no sé, que no sé.

Y es cuando alargo los brazos
para llevarle mis manos tan abiertas
que casi me siento llegar…

Volaré, volaré al jardín del cielo,
en un pájaro violento, en un corredor del viento,
en un caballo de fuego.

Volaré, quiero ser de noche el dueño
de los ojos de la altura, y he de fundir la montura
para galopar mi sueño.

***

“Vuela la Amistad” 
Por Van Van

La amistad, como (¿?) se echó a volar
con las alas de la libertad.
La hermandad de los pueblos conquista el cielo
y crece, crece sin parar.
Crece sin parar.
La hermandad de los pueblos conquista el cielo
y crece, crece sin parar.

Vuela la amistad.
Soviéticos y cubanos unidos al cosmos van.
Vuela la amistad.
Vuela Cuba, vuela Vietnam. Son principios de hermandad.
Vuela la amistad.
La bandera de mi Cuba soberana en el cosmos está.
Vuela la amistad.
La hermandad de los pueblos conquista el cielo y crece sin parar.
Vuela la amistad.
(Bis).

***

“Brilla mucho más” 
Por Cuarteto Yo, Tú, Él y Ella

La que llevaron a caballo los mambises,
la que cumplió el camino de la libertad,
la de las franjas y la estrella solitaria,
esa es mi bandera, y en el cosmos está.

En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.
En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.

La de la marcha del pueblo combatiente.
Simboliza el valor, la dignidad.
La que, hermanada con la insignia de otros pueblos,
ha defendido la justicia y la igualdad.

En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.
En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.

La que se honra en volar junto a mi enseña,
la de la patria de Gagarin, que nos da
todo su amor y su calor, todo su ejemplo
en la lucha por el progreso y la paz.

En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.
En el cosmos está, por el cosmos va.
Desde las alturas brilla mucho más.
(Bis).

***

“Camino al porvenir” 
Por Los Latinos

Internacionalistas somos, compartimos como hermanos
en nave espacial, al cosmos, soviéticos y cubanos.
Regocijo y emoción sentimos todos por eso,
por nuestra revolución, vamos camino al progreso.
Mantendremos la amistad soviéticos y cubanos
y la solidaridad de nuestros pueblos hermanos.
Mantendremos la amistad soviéticos y cubanos.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Internacionalistas somos, al mundo lo demostramos.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Y vamos todos los pueblos que luchamos por la paz
camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Qué regocijo y emoción sentimos por todo eso.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
En nave espacial al cosmos, soviéticos y cubanos.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Camino al progreso vamos, luchando por la igualdad.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Unidos, hacia el futuro, soviéticos y cubanos.
Camino al progreso, soviéticos y cubanos.
Que viva la libertad de los países hermanos.
Camino al progreso soviéticos y cubanos.

***

“El hombre que anda” 
Por Los 5 u 4

Trabajo es tiempo, tiempo es espacio,
ciencia es el hombre que anda despacio.
Sin la sapiencia de un buen maestro
no habría experiencia de alumno diestro.

Boris Petrov calló su voz
cuando más alta y fuerte vibró.
Cuando su vida nos enseñó
que ser hermano es igual a dos,
que no hay riqueza ni ambición mayor
comparable a sentir el amor.

Y hoy es el eco, palabra inmortal,
de lo que fue su mayor ideal.
Erguida Cuba, orgullosa, moral,
porque hay un vuelo conjunto espacial.

Boris Petrov calló su voz
cuando más alta y fuerte vibró.
Cuando su vida nos enseñó
que ser hermano es igual a dos,
que no hay riqueza ni ambición mayor
comparable a sentir el amor.

Y hoy es el eco, palabra inmortal,
de lo que fue su mayor ideal.
Erguida Cuba, orgullosa, moral,
porque hay un vuelo conjunto espacial.

***

“En el espacio sideral” 
Por Las D’Aida

En el espacio sideral se oye un sonido, y no es normal.
Es como un güiro y un timbal, es como un güiro y un timbal.
Ay, ¿qué será? Ay, ¿qué será?
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.

En el espacio sideral hay un olor, no es peculiar.
Es a guarapo y a tamal, es a guarapo y a tamal.
Ay, ¿qué será? Ay, ¿qué será?
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.

Por el espacio sideral vuela algo raro, ya verás.
Con boina verde va un caimán. 
Con boina verde va un caimán.
Ay, ¿qué será? Ay, ¿qué será?
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.
Es algo nuevo, pronto lo sabrás.

En el espacio sideral hay dos objetos a observar,
La guayabera, la palma real.
La guayabera, la palma real.
Ay, ¿qué será? Ay, ¿qué será?
No me preguntes, te lo digo ya.
No me preguntes, te lo digo ya.
No me preguntes, te lo digo ya.

Patria o Muerte, Venceremos, que Cuba en el cosmos está.
Es que Cuba en el cosmos está.
Caballero, no hay problema, Cuba llegando ya está.
Es que Cuba en el cosmos está.
Todos los países del mundo por la paz y la amistad.
Es que Cuba en el cosmos está.
Patria o Muerte. 
¿Cómo?
Ahí llegó el socialismo, por la paz y la amistad.
Es que Cuba en el cosmos está.
Todos los países del mundo, con solidaridad.
Es que Cuba en el cosmos está.
Caballero, no hay problema, que Cuba llegando está.
Es que Cuba en el cosmos está.
No me pregunten, caballero, que Cuba en el cosmos está.
Es que Cuba en el cosmos está.

***

“Un saludo desde el cosmos” 
Por Los hermanos Bravo

Salimos del yugo cruel 
hace apenas una veintena; 
eliminamos las penas 
que trae el capitalismo; 
construimos el socialismo 
como lo enseñó Fidel.

Con gran esfuerzo logramos
junto a la URSS ir al cosmos,
con el (¿?) hermanos
a los pueblos saludamos.

Prueba de internacionalismo,
de igualdad y de hermandad,
de la solidaridad,
eso es el socialismo.
Por eso ahora arrollamos,
por el éxito obtenido
Encima del mundo andamos y
Junto a nuestros amigos,
Desde el cosmos saludamos
a nuestros pueblos hermanos.
(Bis).

Encima del mundo andamos
Y junto a nuestros hermanos.
Desde el cosmos saludamos.
Desde el cosmos saludamos
a nuestros pueblos hermanos.

A nuestros pueblos hermanos,
Desde el cosmos saludamos.
Desde el cosmos saludamos
a nuestros pueblos hermanos.

(Bis).

Disco "Intercosmos" (interior)

Disco «Intercosmos» (interior). 1980. EGREM. Regalo de Sergio Valdés García. Colección Cuba Material.

h/t: Agradezco a Sergio Valdés García por los materiales gráficos.

He tomado algunas ideas de este texto del ensayo «Una plantilla de zapatos y el Vuelo Espacial Conjunto Soviético-Cubano, un pequeño relato», que formará parte del catálogo de la exposición El fin del gran relato, curada por Henry Erick Hernández.

***

La entrada «Former Bomber Commander, Second European ISS Skipper and Cuban-American Flight Surgeon Prepare for June Launch to Space Station» publicada en el blog AmericaSpace, refiere que Auñón-Chancellor, en efecto, consideró llevar algo de la gastronomía cubana a la ISS, pero nada más se ha dicho con relación a eso. Lo que sí aseguró la astronauta, antes del vuelo, es que llevaría consigo el estandarte del instituto preuniversitario al que su padre asistió en La Habana:

An engineer and flight surgeon by education, Auñón-Chancellor is the daughter of Dr. Jorge Auñón, a Cuban exile who came to the United States in 1960. As a result, she will become only the second person of Cuban ancestry to fly into space, almost four decades after Arnaldo Tamayo Méndez launched aboard Soyuz 38 to the Salyut 7 orbital station in September 1980. She plans to take a banner from her father’s Havana high school, but admitted to Michael Galindo that she was “still working on” plans to get some bite-sized Cuban food to take to the ISS.

***

Buscando en internet una entrevista que Tamayo Méndez diera a su regreso a la Tierra donde, creo recordar, hablaba de los deseos que tenía de beber pru oriental (h/t: Emilio Garcia Montiel), una bebida típica del oriente de la isla (el astronauta nació en la provincia de Guantánamo), tropiezo con un prontuario de términos usados en el centro del país para referirse a la coctelería más reciente de inspiración popular, publicado en el numero 68 de la revista Signos:

Vueloconjunto. Esta palabra o expresión corresponde a una fórmula de cali- dad no recogida por norma técnica alguna. Es un producto que se prepara con proporciones variables de alcohol (preferiblemente etílico fino o clase A), mezclado con un poco de ron añejado o ron madre. Por ejemplo, la dosis exacta es: a una caneca de alcohol a 93 grados se le añade 1⁄2 caneca de ron madre y de 2 a 21⁄2 canecas de agua al gusto para un rendimiento aproximado de 11⁄2 botella del preciado Vueloconjunto. Este producto es de los más demandados en el mercado negro. Su denominación nace de un importantísimo hecho histórico para Cuba, acaecido en el 19 de septiembre de 1980: se trata del primer vuelo cósmico conjunto del soviético Yuri Romanenko y el cubano Arnaldo Tamayo, uno blanco (el soviético) y uno negro (el cubano), metáfora del alcohol incoloro con la coloración oscura de los añejos.

En lugar de ser la gastronomía o coctelería cubanas las que incursionan (metafórica o realmente) en el «espacio sideral», es el programa de la conquista del cosmos el que deja su marca en la gastronomía y coctelería cubanas. Nada más y nada menos que en un menjunje etílico que serviría, si acaso, para ayudar a olvidar.

Carátula del disco Cantan los pueblos cantan los ninos

Carátula del disco Cantan los pueblos cantan los ninos

Carátula del disco Cantan los pueblos cantan los ninos. Miniterio de Educación. Cuba. 1961. Colección Anna Veltfort.

Cuando, en el 2015, inauguramos la exposición Pioneros. Building Cuba’s Socialist Childhood en las galerías de Parsons School of Design, nos propusimos documentar la politización de la cultura material relacionada con el mundo de la infancia, a manos del gobierno cubano desde los años sesenta hasta los ochenta. Se trataba de una materialidad dirigida a socializar a los nuevos ciudadanos de la nación en la ideología del socialismo de estado y el castrismo. Juguetes, ropa, carnés, certificados, libretas, diplomas, gomas de borrar, electrodomésticos fueron pensados para contribuir a formar una nueva subjetividad política en las nuevas generaciones, de donde saldrían los «hombres nuevos» del mañana comunista.

Anna Veltfort me prestó entonces algunos discos infantiles. Entre ellos, Cantan los pueblos… cantan los niños, producido por el Ministerio de Educación en el año 1960 con orquestación de Leo Brouwer y el Coro de Niños de la Biblioteca Nacional José Martí. Se anuncia como una compilación de cantos del folclore nacional que, se dice, «es el camino más natural para llevar al niño a la verdadera apreciación de las grandes obras musicales», a diferencia de «los llamados ‘cantos didácticos’, absolutamente falsos y anti-artísticos». (Pueden escuchar las canciones en el blog de Anna Veltfort El archivo de Conniedonde también encontrarán imágenes del disco con mejor resolución)

La portada reproduce la fotografía en blanco y negro de un coro de niños cubanos (seguramente el Coro de Niños de la Biblioteca Nacional) y, sobre ella, las siluetas de tres individuos vestidos con trajes típicos de otras regiones del mundo (una de ellas, con el poncho tradicional de la cultura inca del Perú). En la contraportada, donde se listan los «romances infantiles» «tradicionales» compilados en el disco (según se lee en la contraportada) y se reproduce su letra, aparece la canción «Allá en la playa», cuyas últimas estrofas presentan a Fidel Castro como líder de la Sierra Maestra y libertador de la nación. También se incluye «La Marcha del 26 de Julio», canción que cierra el disco.

Fidel Castro y su organización política, el Movimiento 26 de Julio, sugiere la obra, eran en 1960 parte de la mitología latinoamericana y de su repertorio de música popular.

Contra-carátula del disco Cantan los pueblos cantan los ninos

Contra-carátula del disco Cantan los pueblos cantan los ninos. Miniterio de Educación. Cuba. 1960. Colección Anna Veltfort.