Entradas

Jaba de nylon de las Tiendas Intur
Jaba de nylon de las Tiendas Intur

Jaba de nylon de las Tiendas Intur. 1980s. Colección Cuba Material.

Tanto las tiendas del mercado racionado como las del mercado paralelo, envolvían los productos a la venta en cartuchos de papel. Estos no eran precisamente feos, pero así lucían cuando los comparábamos con las jabas de nylon. Y es que estas últimas eran el sello distintivo del comercio en moneda convertible (convertida: dólares estadounidenses, rublos, cheques de viajero y hasta oro, plata y piedras preciosas cambiados por chavitos) al que solo tenían acceso los turistas, los técnicos extranjeros, la comunidad exiliada y, a finales de los ochentas, quienes tenían oro o plata que venderle al gobierno a cambio de unos pocos bienes de consumo capitalistas, comercializados a precios exorbitantes.

Por muchos años coleccioné una pequeñísima jabita de nylon de las Tiendas Intur con el mismo embeleso con que mi abuela había guardado por décadas unas ediciones en miniatura de un diccionario del idioma español, en dos tomos.

Más exóticas aun eran las jabas de nylon de tiendas extranjeras, privilegio al que muy pocos cubanos tuvieron acceso.

Jaba de nylon de las Tecnitiendas

Jaba de nylon de las Tecnitiendas. 1980s. Colección Cuba Material.

Jaba de nylon de las tiendas de Cubalse

Jaba de nylon de las tiendas de Cubalse. 1980s (¿?). Colección Cuba Material.

Jaba de nylon de las Tiendas Intur

Jaba de nylon de las Tiendas Intur. 1980s. Colección Cuba Material.

Mango (o cabo) de bisturí Smic No. 4
Mango (o cabo) de bisturí Smic No. 4

Mango (o cabo) de bisturí Smic No. 4. Hecho en la República Popular China. Colección Cuba Material.

En La voz del morro, descripción de una unidad hospitalaria del CIMEQ, Objeto 20, donde solo se atienden unos pocos privilegiados que, al parecer, tienen muchos motivos para esconderse:

(…) El cuasi inaccesible, impenetrable y tenebroso “Objeto 20”, enclavado en el laberintico hospital CIMEQ, construido bajo el gusto del gigantismo estalinista.

De audaz ingeniería y espantosa decoración, desde el año 86 el Objeto 20 es un templo a la creencia egipcia de la vida después de la muerte. Una construcción  adjunta al hospital CIMEQ pero con autonomía propia, edificada con el fin de satisfacer el ego y la paranoia del poder y la seguridad (…).

El objeto 20 es una especie de santuario. Cuando entramos por el sótano, vamos directo a un spa diseñado respetando el ridículo gusto de quien guarda la añoranza por las noches del otrora Moscú comunista. Paredes gruesas, insonorizadas y forradas por inmensas lajas de piedra Jaimanita oscurecen la piscina de dimensiones olímpicas, a la que nunca llega el sol; al costado un gimnasio equipado al grito de moda italiana que permanece en desuso y oscuro, sigue un espacio de musicoterapia, dos baños de vapor, un sauna, dos piletas para baños de contraste, un jacuzzi, un equipo para hidromasaje, y un área para solazar tensiones, con una despensa bien surtida. Todo esto es observado por cuatro guardias que permanecen en alerta, frente a las cámaras del circuito cerrado.

Saliendo por la retaguardia se encuentra una cancha de squash; y una pista para atletismo. Como el spa es de puntal muy alto, este lugar no tiene primer piso, en el segundo están situados los salones de terapia intermedia e intensiva. Y en el último y tercer nivel, después de una habitación de escoltas, una sala-enfermería y un pantry, hay 5 cuartos de ingreso desde los cuales, y a través de un amplio cristal (de alto impacto y fabricación alemana) que siempre mantienen impoluto y con visión de un solo lado, se aprecia un lindo paisaje con árboles de yagruma.