regadera
Cuando visitaba a mis abuelos, a veces les ayudaba a regar las plantas con esta regadera. Me la deben haber comprado mis padres en el sorteo anual de juguetes. El agua salía por un plato en forma de girasol, de color amarillo que hace años se extravió (o se utilizó para otra cosa).
Mis abuelos tenían su propia regadera, mucho más grande, de metal verde y pico que terminaba en un plato con muchos orificios, como los de las duchas.
Mi regadera plástica era más linda y moderna que la de metal de mis abuelos, pero no creo que haya sido ese el motivo por el que decidieron conservarla cuando se rompió.
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