armónica
Cuando salió de Las Tunas hacia Estados Unidos, en los tempranos años noventa, tenía muy pocas cosas que llevarse. Entre los dos o tres recuerdos y pertenencias con los que pudo o quiso cargar, estaba su vieja armónica. Aunque tenía parte de la pintura gastada y en algunas esquinas se veía abollada, conservaba el aura de lo exótico, del blues y el rock & roll del país en donde viviría.
Yo nunca tuve una, pero siempre añoré tener una armónica. Se me hacía tan «de afuera» como los «pitusas» y los «popis».
¡Qué cuca! Me parece recordar que vendían armónicas a veces con los juguetes…creo que era un «dirigido.» Yo tuve una muy parecida a esa, pero con un filito verde. No recuerdo la marca.
Ahora que lo mencionas, recuerdo el filtro verde. ¿tú crees que hayan sido dirigido? ¿esos no eran los juguetes más malos?