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Disfraces de odalisca

Disfraces de odalisca. Casa de los disfraces, Habana. Alrededor de 1980.

Un amigo, profesor de The New School, me comenta sobre Cuba Material:

Me hizo pensar en mi disfraz de carnaval—fui vestido de ‘andaluz,’ fue confeccionado por mi madre, ‘la gallega,’ y ahora (…) entiendo que el disfraz fue parte de una resistencia conservadora y católica a los cambios revolucionarios que se iban imponiendo dentro y fuera de nuestra familia (…) etc. Y ahora que me recuerdo del disfraz y lo que viví durante el carnaval me invade un sentido de…

Yo también tuve disfraces que no olvido. El de odalisca que mi hermana y yo llevamos en la foto, que mis padres rentaron en la casa de los disfraces de Galiano, en La Habana, lo usamos en una actividad de la escuela. Inspirado por estos, mi abuelo organizó después una sesión de fotos en su casa, para la que preparó un set en una esquina de la sala, con cojines y sábanas. Mi abuela nos maquilló y adornó con sus collares. A a hermana y a mí solo nos tocó hacer de odaliscas, lo mejor que pudimos.

Sin embargo, el «disfraz» más memorable de mi infancia fue el de la fiesta de fin de curso de primer grado, cuando hice de reina en la obra El Ratoncito Pérez. Me puse el vestido que mi mamá usó en su primera comunión, y en la cabeza, una estola de seda de mi abuela y la tiara de su boda. Los niños de mi aula no paraban de decirme que era la niña con el disfraz más lindo de la escuela, tan contentos ellos como yo. Pero cuando recogía los caramelos de la piñata de la fiesta que hicimos en el aula, alguien me pisó el vuelo y la tela de la saya, que estaba podrida, y esta se rasgó. Luego llegó a mi aula el rumor de que una niña de otro grado tenía un vestido más bonito que el mío. Se trataba del traje nacional de una de las repúblicas de Europa del Este. Un traje colorido, floreado, exótico y, sobre todo, nuevo.

Disfraces de odalisca

Sesión de fotos con disfraces de odaliscas. Alrededor de 1980.

disfraces infantiles

Vestido de comunión usado como disfraz para representar una reina. 1980.

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Vestido de comunión usado como disfraz de reina. Fiesta de fin de curso de la escuela Nicolás Estévanez. 1980.

3 comentarios
  1. Anónimo
    Anónimo Dice:

    Feb 14, 2012 09:58 AM
    En la primaria me tocó en una rifa disfrazarme de japonesa! Íbamos a representar algo a sí como la unión de todos los niños del mundo en un desfile martiano. Recuerdo que me tiñeron el pelo con papel carbón (yo era rubia) y mi madre me hizo un kimono precioso. A partir de la secundaria se esfumaron los disfraces. Todas las niñas empezamos a disfrazarnos de «mariámpulas» (como el personaje popular de la TV), que era lo único que teníamos a nuestro alcance: bastaba con vaciar las gavetas y ponernos todas aquellas quincallas de producción nacional, especialmente aquellos pulsos plásticos de los 80 y los pellizcos de flores….

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    • Maria A Cabrera Arus
      Maria A Cabrera Arus Dice:

      Feb 14, 2012 01:31 PM
      Yo tampoco recuerdo haber tenido fiestas o actividades con disfraces en la secundaria. No sé si fue la época, ya avanzados los 80s, o si los ninos grandes no se disfrazaban…

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  2. Maria R Cabrera-Arus
    Maria R Cabrera-Arus Dice:

    Feb 15, 2012 04:44 PM
    A mediados de los 80 la tan conocida y unica casa de disfraces en La Habana cerro y asi se esfumaron los disfraces.Con el tiempo ni en las escuelas primarias se hablabaria de esa tradicion y Asi paso al olvido como las famosa tablas ritmicas(version cubana the cheerleader) en las que participamos en la secundaria.Volviendo al tema de los disfraces luego a mediados de los noventa y un poco despues de que autorizadan los viajes de la comunidad regresaron disfraces a La Habana pero como negocio particular para entonces ya muchos habiamos emigrado y otros tenian que » resolver» otras necesidades y asi enterramos los disfraces en La Habana

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