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UMAP
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Imagen tomada del blog de Manuel Zayas.

En el número 44 de Cuban Studies, entrevista realizada por Abel Sierra Madero a una de las psicólogas que trabajó en la rehabilitación de los homosexuales recluidos en la UMAP:

Esos que tenían conducta tan aspaventosa, ellos hacían allí concursos y nos invitaban a nosotros— los guardias no se tenían que enterar: rompían los mosquiteros, raspaban los ladrillos para echarse en la cara, raspaban las cazuelas para pintarse el pelo de negro, se hacían tremendos trajes con los mosquiteros y hacían desfiles de moda.

Ver dossier con artículos sobre las UMAP publicado por la prensa cubana, preparado por Manuel Zayas.

También en el número 44 de Cuban Studies, en el artículo de Sierra Madero “‘El trabajo os hará hombres.’ Masculinización nacional, trabajo forzado y control social en Cuba durante los años sesenta”:

 La “comunidad” homoerótica dentro de las UMAP desarrolló varias estrategias para contrarrestar el proceso de masculinización surgió una especie teatro de resistencia en las algunas unidades. Las “locas”, dice Santiago, hacían shows de travestis en los que se representaban películas mejicanas y algunos imitaban a las vedetes nacionales como Rosa Fornés y las del ámbito internacional como Tongolele, Ninón Sevilla y Carmen Miranda. La creatividad era tal que teñían mosquiteros con sustancias médicas como el mercurocromo, violeta genciana y azul de metileno. De esta manera decoraban el rústico escenario y se auxiliaban de otros materiales como sacos de yute y sogas para hacer pelucas, manillas hechas de semillas, latas de aceite en función de tambores y se maquillaban las pestañas con betún negro para limpiar zapatos y la sombra la recolectaban del hollín de las cazuelas, polvo de ladrillo. (Sierra Madero: 336)

 

Radio Sokol 2

Radio Sokol 2. Regalo de Sergio Valdés García. Colección Cuba Material.

En el texto de Manuel Zayas sobre las UMAPs (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), publicado en Diario de Cuba, el autor contrasta los reportajes de Paul Kidd, periodista canadiense que denunció las UMAP, con los publicados por la revista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Verde Olivo:

…»El sistema de disciplina era simple. Los confinados que no trabajaban, no recibían alimentación. Y a menos que su trabajo llegara a la norma asignada, no se les autorizaba salir. En el segundo domingo de cada mes, a los confinados se les permitía recibir visitas de sus familias, que podían traerles cigarrillos y otros pequeños artículos. Si un confinado no obedecía órdenes, esos objetos eran retenidos. Los informes de brutalidad física en los campamentos circulaban ampliamente en Cuba».

El corresponsal resumió la existencia de las UMAP como una fuente de mano de obra casi esclava, hecha a la medida.

Paul Kidd recibió el Premio Maria Moors Cabot de 1966, que otorga la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. El PEN de escritores canadienses concede cada año un premio con su nombre, el Paul Kidd Courage Prize.

Después de que el corresponsal canadiense fuera expulsado, la revista Verde Olivo, órgano de propaganda del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, publicaba un reportaje elogiando las bondades de esos campamentos y reseñaba un acto que «desbarataba una vez más la sarta de mentiras echadas a rodar por los enemigos de la Revolución que trataban de presentarla como una institución de sometimiento».

El singular acto consistió en la premiación a algunos «macheteros» de las UMAP con la entrega de «motocicletas, refrigeradores, radios y relojes», además de la imposición de medallas a «cuadros de mando». …