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Imagen tomada de internet.

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Algo que registré a pesar de todo fueron las vidrieras de colores. Imposible no verlas al entrar a algún viejo edificio, tanto brillan con la luz de afuera, y tan chillones son los colores. Las puse del lado de una observación que me hizo una señora argentina en un aparte: “los cubanos tienen un problema grave con lo visual”. Tuve que darle la razón, porque todo lo que fuera murales, carteles, pinturas, iba más allá de lo feo y torpe. Lo mismo las tapas de los libros, las ilustraciones. Hasta que ella no me lo dijo no lo había observado especialmente, acostumbrado como estoy a desplazarme entre adefesios. Pero al oirla recapacité, y realmente era notorio. Quizás eso tenga una explicación histórica, y la sangría de talento que sufre un país socialista hacia sus vecinos capitalistas se acentúa en el campo de las artes plásticas y el diseño. Quizás aquí no quedó nadie que sepa combinar dos colores o trazar una línea. Porque las agresiones visuales que uno sufre en el capitalismo están planeadas y realizadas por gente que “sabe hacerlo”, y de esa gente hay una demanda incesante, que la expulsaría de Cuba.

De modo que había supuesto, sin ponerme a pensarlo especialmente, que las vidrieras de colores de los edificios antiguos se habían destruido con el tiempo, y las habían reemplazado con esos mamarrachos. No tendría nada de extraño: si todo se ha destruido, el vidrio, que es lo más frágil, tenía que ser el primero. Y de verdad parecen nuevas, por lo brillante de los colores, y por abstractas y simplísimas. Creo que siempre, o casi siempre, tienen una simetría bilateral. Cada una deriva de su propia mecánica generadora automática, lo que es típico de un diseñador aficionado. Los colores, primarios: amarillo, rojo, azul, lisos por supuesto (pero en los vitrales nunca hay claroscuros). La impresión general es infantil, de plástico, Walt Disney.

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Jabonera

Jabonera

Jabonera. Colección Cuba Material.

Las jaboneras se utilizan para guardar el jabón cuando se viaja. En el país donde nací, las personas casi nunca viajaban —hacer turismo en el extranjero estaba, por ejemplo, prohibido—. Los hoteles eran caros y escasos, el transporte, difícil y viajar fuera del país de motu proprio no era siquiera una posibilidad. Solamente algunos profesionales viajaban al interior por gestiones de trabajo o, en algunas ocasiones, y con mucha suerte, al extranjero.

Solo los estudiantes becados en La Habana o en los países del campo socialista, y aquellos que tenían familiares en otras provincias, viajaban con cierta frecuencia dentro de la isla

Sin embargo, en casi todas las casas existían jaboneras. Se usaban para guardar el jabón cuando uno era llamado a una movilización o convocado al programa de Escuela al Campo (también las usarían, supongo, los movilizados del Servicio Militar y la población penitenciaria).

En los años setenta, las embarazadas también podían comprar jaboneras como parte del módulo de canastilla, por un módico precio y a cambio de un cupón de la libreta de racionamiento de canastilla.

En mi casa había varias jaboneras. Dos de ellas al menos las debe haber comprado mi mamá cuando mi hermana y yo nacimos. Había también jaboneras más viejas, que mis abuelos o mis padres habrían comprado para cuando viajaran por trabajo o vacaciones a otras regiones del país. O porque sí.

Jabonera

Jabonera. Colección Cuba Material.

Jabonera

Jabonera. Colección Cuba Material.

Peine plástico

Peine plástico

Peine plástico. Hecho en Polonia. 1980s. Colección Cuba Material.

 

Cuando Cuba Material dejó la plataforma blogger, perdí muchos comentarios y entradas. Estos son algunos referidos a las cosas (materiales) que aún hoy se asocian con significados positivos:

  1. Anónimo 

    Los objetos que recuerdo con agrado son los libros de la coleccion Huracan, grandes obras literarias con una encuadernacion tan primitiva que las hojas se despegaban al pasarlas,. pero muy baratos, cualquier estudiante con unos centavos los compraba y formaba su coleccion.
    Otros son las sandalias , llamadas guarachas, con la suela de gomas de camion y entretejido de piel. Muy comodas y sobre todo que duraban muchisimo.
    El jabon Alborozo. Tenia un perfume muy antiguo y delicado que jamas pude encontrar otra vez en otros productos en el extranjero.
    El perfume Alicia Alonso y Gisell. Me gustaban mucho y considerando la escases y la miseria mediante eran un buen logro de nuestros tecnicos perfumistas. Tanto que consegui el telephono de Suchel y los felicite personalmente.
    El helado Copelia de Chocolate al inicio de inaugurada la heladeria .
    La crema hidratante Cirene.
    El refrigerador Westinhouse de mi familia que duro casi 50 años comprado antes de la Revolucion , claro.
    La maquina de cocer Singuer y la maquina de escribir Lettera que duraron casi 60 años.
    Mi madre escribia ya sin cinta utilizando papel carbon.
    La pluma fuente que me regalo mi hermano cuando el estudiaba en la Union Sovietica. Me duro toda la carrera en la Universidad. El peine de plastico de dientes separados comprado en Checoslovaquia , otro regalo que me hizo porque yo tenia el pelo muy largo y se me enredaba. Todavia lo tengo y ha pasado casi 20 años. En Cuba no habia ese tipo de peine en aquellos momentos.

     

  2. Anónimo

    la casa donde nací… tenía un encanto especial, fabricada por mi abuelo español mantenía la tipología de las casas españolas con su patio interior y un patio trasero donde jugaba cuando niña, grandes habitaciones que todas daban a los patios, pisos de losas blancas y negras y persianas francesas y sobre todo el angel de la familia que la habitaba… el día q la cerré porque mis padres venían para Miami y perdíamos mi querido hogar, corté mis raíces con Cuba, pero la extraño y la lloro, la tengo en mi vitrina interior

     

  3. Anónimo

    mi difraz de la Violetera… tenía unos 3 años por el 1958 y nos disfrazaron de la Violetera por la pelicula de igual nombre interpretada por Sarita Montiel, todas las niñas iguales y los niños con los cuales hacíamos pareja con tabaquitos que eran de chocolate, en el Club Campestre de mi pueblo