Ya no podré leer más ningún libro de esos
de Editorial Raduga, de Editorial Progreso.
No podré disfrutar más de aquel Tío Stiopa
de estatura increíble y tan horrible ropa.
No te puedo negar que los ojos me arden.
Maiakovski ya deja reptar a los cobardes
y no podré tomar el té negro en las tardes.
El teatro Bolshoi aún no ha sido saqueado
hay Noches de Moscú, crimen organizado
los Estudios Mosfilm seguro que han cerrado.

No me volveré a emocionar con «Siberiada».
Konchalovski hace rato que no monta en Lada.
No podré disfrutar de aquellas olimpíadas
con los soviets ganando todas las medallas.
La Kasánkina grita: no me dejen sola.
Serguei Bubka se venga, toma Coca Cola
con Salenko, que juega en la Liga Española.

Alguien a mí me preguntó si me había leído «El Capital»:
Sí, pero a mí no me gustó, pues la heroína muere al final.
En fin, que no me gusta tanta economía novelada
que escribió el tal Carlos Marx.

Ahora que los censores no pitchean bajito
ya podemos burlarnos de sus muñequitos.
Ahora que los ministros cambiaron las banderas
podemos hablar mal de su industria ligera.
Hoy que llevo en la frente el cuño del vencido
y me acusan de muros que al fin se han caído
puedo ser post-moderno, perder el sentido.
Renegar de las utopías en que creo
o ensañarme con toda la ley y el deseo
con la momia de Lenin y su Mausoleo.

Hoy que sólo del vodka queda la resaca
yo me niego amor mío, cambiarme la casaca.
Hoy que los Konsomoles van pasando de todo
abrázame mi china, y no me dejes solo.
Y mientras Fukuyama repite iracundo
que estamos ante el fin de la historia del mundo
mi amigo Benedetti abre el tomo segundo.

Alguien a mí me preguntó si me había leído «El Capital»:
Sí, pero a mí no me gustó, pues la heroína muere al final.
En fin, que no me sirven estas novelitas de tres tomos
que escribió el tal Carlos Marx.

Según Jacqueline Loss (2013): More than any other artistic piece, the 1995 nueva trova song «Konchalovsky hace rato que no monta en Lada» (Konchalovsky Hasen’t Ridden a Lada in a While) . . . captures what it feels like to inhabit the remains of the Soviet Bloc in the Caribbean. (Dreaming in Russian: The Cuban Soviet Imaginary. Austin: University of Texas Press)