bombillos incandescentes

Envase de bombillo Tungsram. Hecho en Hungría. Colección Cuba Material.

Hace unos años, el estado cubano recogió los bombillos incandescentes que aún quedaban en los hogares. Parte de lo que se conoce como «revolución energética» consistió en sustituir estos bombillos por focos ahorradores, de filamento fluorescente. Me cuentan que, como cuando sustituyeron los viejos refrigeradores americanos, en cada casa se presentó un inspector estatal que contabilizó los bombillos existentes para luego reemplazarlos por bombillos ahorradores que, supongo, las personas debieron de comprar. Estos, los bombillos ahorradores, pequeños y de poca capacidad de iluminación, son los responsables de la luz mortecina y hambrienta que vemos en los interiores de las casas y comercios cubanos, todos invariablemente de escasa iluminación.

Poco después, mientras registraba la antigua vitrina de la sala de mis abuelos, encontré un bombillo incandescente Tungsram que nadie vio cuando los inspectores estatales se personaron para efectuar el cambio de bombillos. Mi abuelo se preocupó por el gasto energético que sus 100 watts conllevarían si algún día se veía en la necesidad de utilizarlo. Mi mamá me sugurió fotografiarlo para Cuba Material. Todos estuvimos de acuerdo en devolverlo a su sitio en el fondo de la vitrina. Cualquier día se podría necesitar.

Además de los bombillos incandescentes Tungsram, fabricados en Hungría, en Cuba se comercializaron otros dos tipos de bombillos incandescentes fabricados en Alemania en los años 1980s. Las marcas Osram y Narva, la primera de Alemania occidental y la segunda de Alemania del Este, aunque producida con tecnología Osram, se vendieron en ferreterías y establecimientos del mercado no racionado durante los años ochenta. Algunos  también sobrevivieron la recogida de bombillos incandescentes que el gobierno cubano llevo a cabo hace poco más de una década. He encontrado asimismo un bombillo soviético de marca Dredl o Predl, y uno polaco de marca Polam, los que, supongo, también se vendieron en Cuba por aquella época.

Algunos de estos bombillos, sin embargo, no son para uso doméstico. Mi abuelo los guardaba como repuesto para aparatos de fotografía o mecánica.

Caja de bombillos Tungsram. Hechos en Hungría. Colección Cuba Material.

Bombillo Polam. Hecho en Polonia. Colección Cuba Material.

Envase de bombillo Narva. Hecho en la RDA. Colección Cuba Material.

Bombillo Dredl. Hecho en la URSS. Colección Cuba Material.

nota: La película All my girls se desarrolla en parte en la fábrica estatal de bombillos Narva.

3 comentarios
  1. Bermello
    Bermello Dice:

    Una de las cosas que recuerdo de mi primer viaje a Cuba luego de vivir fuera es el color blanco-verdoso que los bombillos ahorradores le daban a la ciudad vista desde el aire. Luego de años de sobrevolar ciudades con el inconfundible amarillo de las lamparas de sodio de las capitales europeas, el blanco de luz fría se me antojó especialmente deprimente.

    Los bombillos de Tungsram andan ahora por todos lados: se comercializan bajo la marga General Electric.

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  2. Pedro
    Pedro Dice:

    Las bombillas incandescentes son más gastadoras, eso es cierto, pero para leer son mucho mejores en comparación con la luz fría, porque en ellas la luz es más directa en vez de difusa y se produce por un mecanismo más parecido a la proveniente del sol, con lo cual los ojos la aceptan mejor puesto evolucionaron para ver en la luz del sol.

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  3. Angel Lemus Quesada
    Angel Lemus Quesada Dice:

    Revisando cosas viejas me acabo de encontrar una bombilla incandescente la probé y enciende, cuando reviso el wataje dice 25 watts marca Rozno made un URSS, es una pieza de museo lo que he encontrado, nadie en los comentarios anteriores mencionó está marca

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